Unidades para Odontología
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Recomendaciones para comprar unidades de odontología
Es muy importante antes de comprar unidades para odontología tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Qué unidad dental elegir?
Las unidades dentales son estaciones de trabajo imprescindibles en cualquier clínica dental. Permiten acomodar al paciente y realizar la intervención en las mejores condiciones.
Incluyen principalmente un sillón dental para la instalación y el posicionamiento del paciente, un portainstrumentos con varios instrumentos conectados, una lámpara cialítica para la iluminación del área de tratamiento, una escupidera y un sistema de aspiración.
¿Qué diferencia hay entre una unidad dental y un sillón dental?
El sillón es una parte importante del conjunto ya que es donde se realiza la consulta. Todos los sillones permiten ajustar la altura del asiento, la inclinación y la posición del reposacabezas.
La unidad dental dispone, además, de otros elementos:
- Una lámpara cialítica, que proporciona al dentista una visión sin sombras de la boca del paciente.
- Instrumentos de succión, para succionar el exceso de saliva cerca de las glándulas sublinguales.
- Una escupidera, para evacuar los enjuagues del paciente durante y al final del tratamiento.
- Un pedal, que permite al dentista activar los instrumentos.
¿Cómo funciona una unidad dental?
Las unidades dentales están dotadas de:
- Suministro de aire comprimido: las unidades dentales utilizan aire comprimido por lo general. Para ello, se conectan a un compresor de aire o a una red central de aire comprimido. Los compresores suelen suministrar entre 8 y 10 bares a la salida del tanque, siendo esta presión demasiado alto para los equipos dentales. Se pueden obtener entre 4,5 y 5,5 bares siguiendo las recomendaciones del fabricante, con un reductor de presión con posible filtro en la salida del compresor, por ejemplo. Un buen aislamiento de la consulta será imprescindible.
- Suministro de agua: las unidades dentales también deben estar conectadas a un suministro de agua para las funciones de enjuague, limpieza y enfriamiento. El agua puede causar muchos problemas en las unidades dentales debidos a la cal, la arena, el lodo, el óxido o el cloro. Asimismo, las biopelículas bacterianas pueden aparecer rápidamente en las superficies internas de las tuberías y los depósitos conectados. Para evitar tales complicaciones, la regla de oro es que clínica tenga una llave de paso general ergonómica, limpia y eficiente y detenga el suministro todas las noches. Se deberán evitar los grifos antiguos de difícil acceso. Para controlar la cal en las instalaciones, existen cartuchos de silicofosfatos que ayudan a combatir los depósitos. Su vida útil es de aproximadamente seis meses.
- Suministro eléctrico: los componentes de la unidad dental, así como los instrumentos utilizados durante el tratamiento, pueden necesitar alimentación eléctrica. Es el caso de los micromotores, entre otros.
- Ergonomía: se refiere a la capacidad de movimiento de los componentes de la estación, como el sillón o el portainstrumentos. Los estudios revelan que trabajar con una bandeja para instrumentos colocada en el brazo articulado, por encima del pecho del paciente, es la mejor manera de mantener una buena posición equilibrada sin comprometer la visión de todas las superficies dentales. Deberá tenerse en cuenta también que el asiento del dentista o del asistente debe estar más bajo que el del sillón del paciente. En esta posición, la columna vertebral del odontólogo conserva su curvatura natural, lo que evita presiones prolongadas sobre los discos intervertebrales.
¿Cuáles son los criterios a la hora de adquirir una unidad dental?
Además de los sistemas de alimentación necesarios para el correcto funcionamiento de la unidad dental, serán igualmente importantes:
- Las dimensiones: la superficie disponible para la instalación de una unidad dental determinará el número de componentes y la configuración del sistema —compacto o no—.
- Las aplicaciones: las intervenciones son variadas y abarcan todas las subespecialidades de la odontología —endodoncia, periodoncia, implantología, etc.—. Si bien, existen unidades específicas para ciertos actos como la ortodoncia, por ejemplo. Será necesario tenerlo en cuenta, sobre todo en lo que respecta a la configuración del portainstrumentos.
- La movilidad: se traduce en la posible necesidad de un sistema portátil. Hay unidades dentales portátiles que caben en una maleta con un peso de unos diez kilos. Pueden equiparse con un compresor de aire para el funcionamiento de las piezas de mano neumáticas, por ejemplo. Estas unidades son ideales para misiones o clínicas dentales móviles.
¿Cómo se desinfecta una unidad dental?
Será imperativo desinfectar los siguientes elementos:
- El agua de tratamiento: estudios recientes han demostrado que el circuito de refrigeración puede verse colonizado por diferentes agentes patógenos. El estancamiento del agua durante la noche o el mantenimiento insuficiente de los sistemas centralizados de descalcificación favorecen el desarrollo de algas o de microorganismos como los hongos, que dan lugar a biopelículas bacterianas. Existen varias técnicas de desinfección del agua, como el uso de rayos UV para eliminar bacterias y prevenir el desarrollo de biopelículas, o los sistemas automáticos de limpieza y desinfección que tratan el agua con productos especiales se administran permanentemente en dosis bajas.
- El sillón: todos los pacientes se instalan en él, y es por ello por lo que se expone a salpicaduras de fluidos corporales como sangre o saliva. Si el sillón no se desinfecta adecuadamente, los pacientes y el personal sanitario pueden quedar expuestos a todo tipo de microorganismos como virus del herpes, el VIH, los virus de la hepatitis B y C, estafilococos, estreptococos, etc. Estos microorganismos pueden transmitirse a través del contacto directo con la sangre y otros fluidos corporales o incluso, en algunos casos, indirectamente a través de objetos contaminados. El sillón dental puede estar expuesto igualmente a parásitos como los piojos o los chinches. Será crucial desinfectarlo con productos adecuados después de cada utilización.
- Las superficies: para limitar el crecimiento de bacterias, los recubrimientos antibacterianos en las superficies metálicas de la unidad dental pueden ser efectivos. Todas las superficies deben limpiarse con productos desinfectantes. Algunos fabricantes ofrecen unidades dentales que permiten ajustar automáticamente la posición del sillón o de los instrumentos para reducir al máximo el contacto con las manos y el riesgo de contaminación.